III. EL MÉTODO DE LOS DESEQUILIBRIOS CONTROLADOS
A. INTRODUCCIÓN
Cuando existe equilibrio en las variables clave del acuario las plantas tienen un crecimiento óptimo y las algas brillan por su ausencia.
Lamentablemente nos manejamos con un equilibrio dinámico en el que intervienen múltiples factores sobre los que tenemos más incertidumbres que certezas. En este sentido me parece que la mejor analogía para comprender desde un lugar humilde dónde estamos situados es la de un no vidente que avanza por la vereda con su bastón. Si es la primera vez que camina por esa vereda, son pocas las cosas que puede afirmar con seguridad. Sabe que a su derecha esta la calle y a su izquierda la pared pero lo cierto es que no solo no sabe a ciencia cierta exactamente dónde esta ni la pared ni la calle sino que también desconoce —y no tiene ningún sentido que siquiera intente averiguarlo— si en esa cuadra los edificios son de determinada altura, si la pintura de aquellos se encuentra o no en buen estado, si hay una cantidad determinada de comercios o cualquier otro dato en particular. A los efectos prácticos, esta persona no vidente puede ir tanteando con el bastón el suelo hasta que encuentre la pared a su izquierda y partir de ahí puede comenzar a caminar y llegar a destino sin perderse ya que si bien carece de la posibilidad de ver, puede usar la pared como guía.
A mi criterio, nuestro caso es similar en muchos aspectos. Si se pretende establecer un método sencillo de fertilizado y control de algas se tiene que tener en cuenta que cada acuario es distinto y en cada uno de ellos se producen interacciones invisibles a nuestros ojos en las que pueden intervenir tantas variables —muchas de las cuales desconocemos— que lo único que podemos hacer, al igual que el no vidente producto de mi ejemplo, es tantear con el bastón hacia la izquierda hasta que lleguemos a la pared que es lo que conocemos y nos da una cuota de seguridad. En realidad se podría argumentar que también podría ir hacia la derecha donde sabe con certeza que esta la calle pero lo cierto es que esta persona elige la izquierda porque en la pared tiene un punto de referencia que le brinda mayor seguridad ya sea porque no hay obstáculos tales como señales de transito, semáforos o puestos de diarios ya sea porque existe un riesgo muchísimo menor de terminar atropellado por un vehículo automotor.
En el acuario tenemos toda una serie de variables dinámicas que desconocemos pero podemos elegir entre la pared y la calle. A mi criterio, y esto es estrictamente arbitrario, la pared son las algas verde punto mientras que la calle con seguridad son las algas rojas, las verde filamentosas, las unicelulares y la cianobacteria, todas ellas son algas que de una u otra manera impiden que tengamos un acuario plantado que podamos disfrutar. Mi elección por las algas verde punto como referencia desde donde comenzar a trabajar esta dada no solo porque es la que menos daño causa a las plantas y a la estética del acuario sino porque es la más fácil de corregir así como coincide con buenos márgenes de crecimiento en las plantas sin que se vean otros efectos indeseables. Y hago esta salvedad porque en general con algas verde unicelulares las plantas tienen un crecimiento óptimo dada la gran cantidad de nutrientes disponibles pero un agua que no es traslucida es inaceptable como punto de referencia.
De esta manera, nuestro objetivo aplicando el “Método de Desequilibrios Controlados” no va a ser tener algas verde punto sino, en cambio, generar un equilibrio en el cual podamos predecir cual va a ser el posible desequilibrio que tengamos y que, cuando aquel ocurra, su corrección sea tan sencilla como inocua para la salud y estética de nuestro acuario.
Si por alguna razón se produce algún desequilibrio no esperado y apareciera otro tipo de algas, no se va a buscar reestablecer el equilibrio como meta inmediata ya que no tenemos forma de saber cuando lo hemos alcanzado ni tampoco podemos tener certeza sobre cuan sólido es este equilibrio, asi como ante una aparición de algas debemos no sólo detener la proliferación rápidamente sino también erradicarlas. En mi experiencia personal, la mejor manera de cortar en seco la proliferación de un alga y de generar un hábitat hostil que impida su supervivencia es crear el hábitat propicio para un alga distinta que sea menos nociva y mucho más fácil de eliminar en una segunda etapa donde se buscará reestablecer el equilibrio. El alga elegida como ya comenté líneas arriba es la verde punto.
Las ventajas de esta aproximación metodológica son múltiples. En primer lugar, al igual que el ciego que tantea la pared, el número de variables en juego son infinitas pero aquellas sobre las que trabajamos son sumamente acotadas lo que permite interactuar fácilmente con ellas.
El método de los desequilibrios controlados propone utilizar el nitrato de potasio con las siguientres finalidades:
En primer lugar el nitrato promueve el rápido crecimiento de las plantas. De esta manera, aquellas estaran en mejores condiciones para competir con las algas.
En segundo termino, como efecto colateral, generará un habitat amigable para el alga verde punto de manera que la usaremos como un bioindicador de las condiciones químicas del agua.
En lo que respecta al potasio, todo indicaria que aquel tiene un rol importante en detener el avance de varios tipos de algas .
En este sentido, Tiffany Lewis Hanford sostiene en su tesis doctoral sobre algas verdes, que el potasio inhibe el desarrollo de un polímero —exopolysacarido— que recubre exteriormente la colonia celular —coenobia— de algas unicelulares, filamentosas y cianobacteria .
Es decir, el potasio inhibe la reproducción de la mayor parte de las algas verdes en tanto impide que se pueda reproducir la pared externa que protege a la colonia celular que constituye el alga.
De esta manera, podríamos afirmar, en principio, que el uso de potasio en el fertilizado es una de las variables clave o bien para evitar explosiones de algas o bien para controlarlas.
En un segundo orden de ideas, el potasio es un catalizador metálico esencial para la formación del almidón y la celulosa; asi como para transformar estas sustancias en glucosa.
En este sentido, Sorín comenta que el destino final de la glucosa es convertirse en agua y anhídrico carbónico a través de la liberación de una enorme cantidad de energía química. Estas reacciones químicas vitales —síntesis de proteinas, ácidos nucléicos y grasas— dependen del potasio.
Por otro lado, a lo largo de este trabajo, se propondrán determinadas variables—calcio, fosfatos, magnesio, hierro, etc— como determinantes en la aparición de una determinada alga y no otra. Este desarrollo intuitivo parece ser confirmado por Lewis quien afirma:
“Parecería ser, entonces, que la dificultad de comprobar la naturaleza de las membranas celulares en las algas verdes descanza no en la presencia de compuestos de extrañas composiciones químicas, sino, en cambio, en la presencia de capas de diversas sustancias en la membrana”.
De esta manera, la autora pareceria confirmar mi intuición de que es una variable química la que permite la proliferación de un alga en particular en tanto las algas sólo pueden proliferar si su pared externa puede desarrollarse.
En este sentido, me pareció muy claro Monobarrientos cuando me explico que las penincilinas actuan de manera similar al potasio en las bacterias en tanto su finalidad es la de destruir esta membrana externa que las protege. Si bien el potasio no destruye la pared celular de las algas, si inhibe su producción y asi detiene una explosión de algas.
Esta sería la razón que confirma la necesidad de modificar drasticamente ciertas variables químicas del agua si se desea combatir eficazmente las algas de manera inócua para los peces.
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